El pasado viernes, el Intendente de General Roca, Marcelo Luque vivió una situación muy violenta por parte de un ciudadano que se hizo presente en su despacho, para manifestar su problema habitacional, ya que estaba siendo desalojado con su familia, de una vivienda usurpada.
La situación se salió de control cuando ésta persona escupió al señor intendente y cuando lo invitó a retirarse de su oficina, le propinó un golpe de puño.
Ante todo, debemos destacar que desde el municipio se le brindó la atención que estaba al alcance y que la violencia nunca puede ser el camino a elegir, para resolver los problemas.
Es un lamentable hecho que transgrede todos los límites de una sociedad y más aún ante la autoridad máxima del municipio.