En un emotivo acto realizado en su ciudad natal, de la que fue dos veces intendente y concejal, Martín Llaryora asumió recibió la banda y el bastón de gobernador por parte del gobernador saliente, Juan Schiaretti.
En el mismo acto, desarrollado en el Superdomo San Francisco, el flamante mandatario tomó juramento a ocho ministros y el fiscal de Estado.
En su discurso, Llaryora destacó la figura de Juan Schiaretti como un gestor, que lo ayudó en los momentos de dificultades y se comprometió con el desarrollo de todos los cordobeses.
Y recordó, además, el apoyo clave que Schiaretti le brindó cuando, como intendente de San Francisco, heredó una ciudad abandonada y endeudada, situación que se repitió luego al asumir como intendente de la ciudad de Córdoba.
“Siento que no soy un gobernador nuevo que va a despedir a un gobernador que se va. Soy un gobernador que nunca te va a despedir. Porque vos para mí vas a ser siempre un gran amigo. Y espero que sigas al lado mío aconsejándome y guiándome como en este tiempo”, manifestó Llaryora.
Luego, ante el público conformado por funcionarios del gobierno provincial, intendentes y vecinos de la ciudad de San Francisco y alrededores, el gobernador Martín Llaryora pronunció un emotivo discurso en el que recordó sus comienzos en aquella ciudad.
“Quería compartir este momento con mi casa, con mi casa grande, que es San Francisco. En mi casa siempre se enseñó a ser buen tipo, buena persona. Y para ser buena persona, uno tiene que ser primero agradecido. Tenés que ser agradecido, no podés ser buena persona si no sos agradecido”, pronunció Llaryora.
Luego, rememoró su paso como intendente de la ciudad de San Francisco: “En un momento también de crisis, como me tocó también en la ciudad de Córdoba, tuvimos que tomar medidas difíciles y fueron siempre complejas. Difíciles no sólo son las medidas, también en lo personal quiero que sepan que cuando uno toma esas medidas, no las toma alegremente, pero las toma convencido”, afirmó el mandatario provincial.
En consonancia con el discurso pronunciado esta mañana en la legislatura provincial, Llaryora volvió a destacar el rol del Estado para impulsar el desarrollo regional a través de inversiones en infraestructura.
“Voy a continuar, más allá de esta crisis, con las obras que inició nuestro querido gobernador Juan Schiaretti. Y voy a hacer lo posible y lo imposible para que, en conjunto con las cooperativas y las mutuales, podamos seguir haciendo obras en cada uno de nuestros pueblos, en cada uno de los rincones de nuestra querida provincia”.
Finalmente, Llaryora convocó al pueblo de Córdoba a trabajar unido para enfrentar los tiempos difíciles que afectan al país.
“Argentina tiene un futuro mejor, de eso estoy convencido. Como les dije antes, me tocó campear otras crisis, en San Francisco y en Córdoba. Ahora sé que de nuevo en la provincia me toca otro desafío. Tengan la confianza, tengan la certeza que voy a ser el mismo Martín de siempre. Y que voy a tomar las decisiones que haya que tomar, sean complejas o difíciles, pero entendiendo siempre que van a ser en beneficio de nuestros pueblos. Solo les pido a Dios que nos libere las piedras que se interpongan en nuestro camino. Y nos haga fuerte y nos ilumine para construir una Córdoba que no pare”, agregó el mandatario.