Parafraseando aquella película que evocaba la pérdida de rumbo de Alfonso XIII bien vale equipararla al actual destino del Gobierno Nacional.-
Superados los 100 días, a poco de vencer el “segundo semestre” los plazos auto referenciados se agotan, la gente se hartó de escuchar la “culpa es de los otros”, lo peor pese a esto no es lo enumerado, sino seguramente lo más preocupante es la falta de destino, ni siquiera un “mal rumbo”, directamente este Gobierno no tiene rumbo, ni siquiera se afirmó en dichos, fáciles de cumplir como los feriados (Ver Art. La Nación). Vetó la ley de prohibición de despidos acertadamente y luego firmó un acuerdo con la CGT pidiéndole a las patronales que no despidan.
Dejar cesantes acertadamente a miles de “ñoquis” y poner nuevos “Ñoquis” pero más caros, entrar en desesperación por la caída del consumo y paralelamente sacar el impuesto sobre los viajes al exterior logrando que argentinos impensados conozcan Chile para comprar algo.
Con el saque y el conteo a su favor después del “cepo”, se demora y produce un ajuste que todo el mundo esperaba en las tarifas pero lo hace tan mal que logra el efecto contrario, dice querer bajar el gasto público y cada vez pone más cargas para solventar exactamente lo contrario, pide corregir el “costo Argentino” y no baja un solo punto de ningún gravamen al trabajo, etc, etc, etc.
Para la memoria de los futboleros, en el fútbol de Boca le fue igual al principio y debió recurrir a quien no quería ni quiso jamás, que fue Carlos Bianchi, un hombre serio pero de mucha más suerte que ningún mortal y finalmente lo salvó, siendo esta la plataforma de su lanzamiento político, cuál será el Bianchi salvador y de suerte que lo eleve a Mauricio para poder salvar al Gobierno.
Los milagros suelen ocurrir, pero lo sensato sería hacer un plan y mirar hacia adelante y cumplirlo, lo demás es una apuesta sin fundamentos.
Nelvio Barovero.-