Luego de conocerse la información respecto a estafas al PAMI en Inriville; PANORAMA- TELERED -estuvo presente en dicha localidad entrevistando a algunas de las personas afectadas que fueron mencionadas en la nota. Se trata de la señora María Ascua y José Luis Caceres, hijo de la mujer diabética que se encuentra en silla de rueda.
El testimonio de la señora María Ascua, la mujer que barría la vereda y quien en planillas del PAMI aparecía que recibía rehabilitación por estar en silla de ruedas.
Yo solo necesitaba una enfermera que me tome la presión, pero ellos venían a hacerme varias cosas, hasta cuatro veces por día y todos los días, pero el médico y la fisioterapeuta no me atendían ya que yo no lo necesitaba.
Yo solo necesitaba que me tomen la presión. La enfermera venía siempre en bicicleta cuatro veces por día, mientras que el médico y la fisioterapeuta una vez por semana.
Yo firmaba porque era amigo pero mi marido no quería firmar porque decía que no eran cosas buenas.
Luego vino una doctora de PAMI y una secretaria y me informaron esta situación.
Después cuando vino esta gente me dijo que era cómplice y me hizo pasar un mal momento y me explicó cómo eran las cosas.
Ahora tomo conocimiento que hubo otros casos. Yo nunca necesite de médicos ni fisioterapeuta, solo la enfermera.
La enfermera venía siempre y cumplía.
El médico es de Los Surgentes y hora está radicado en Inriville. (Se trata del Dr. Taberna)
A la enfermera que venía siempre, hasta los días de lluvia en bicicleta le pagaban dos mil pesos mensuales.
Por otro lado José Luis Cáceres, hijo la mujer diabética que se encuentra en sillas de ruedas, quien también fue mencionada en la nota informó que- diariamente venía gente a revisar a mi madre, pero eso no se cumplía.
La enfermera era la única que venía casi todos los días, y le médico lo hacía dos o tres veces por mes, cuando tenía que venir una vez por semana y mi mamá debía firmar.
Posteriormente vinieron de PAMI, revisaron todas las carpetas y vieron que había irregularidades ya que en las planillas había espacios sellados donde mi mamá tenía que firmar como si hubiera sido atendida.
Mi madre es una persona grande, con una pierna amputada por problemas de diabetes y le hacían firmar.
Actualmente no viene nadie.
Nosotros nunca solicitamos este servicio, sino que aparecieron y se lo ofrecieron. Ella necesitaba una enfermera y un médico. Pero había una fonoaudióloga, y otras especialidades y profesionales que la hacían firmar.