Con la muerte de Santiago Contigiani se va la personalidad de alguien que supo estar en dos lugares diferentes a la vez; y además con singular eficacia.
La empresa familiar que durante años encabezó con su hermano es un modelo de solidez y desarrollo con sucursales en ciudades mayores y una red de ventas muy destacada.
En su vida personal Santiago “Cuqui” dedicó buena parte de su tiempo disponible a “gestionar” distintos proyectos, entre ellos para el Hospital Abel Ayerza.
Era un vecino de consulta y algunas empresas se radicaron en Marcos Juàrez, previo a su aporte y visión de oportunidades.
Tenía 82 años. Su origen muy modesto en hogar de trabajadores lo llevó a ser abnegado y exigente para transformarse en un empresario exitoso.
Nelvio Barovero.-