José Sánchez es pintor y ayudante de albañil. Los 20 millones de pesos estaban en un maletín.
José Sánchez levantó el maletín con 500 mil dólares, el sábado a la tarde. Se habían caído de una camioneta, al lado de un sitio baldío, en la calle Paraná de la localidad de Nogoyá, Entre Ríos. Cuando lo abrió, vio unos rollos de billetes de color verde. «Yo no los conocía, solamente conozco el de cien pesos. Me agarró un estado de shock, no sabía qué hacer. Lagrimeando le dije a Dios ‘no me merezco esto’, porque la verdad no merecía tanto dinero de golpe», dijo.
De inmediato llamó a la Policía, pero no le contestaron. Cuando iba a la radio del pueblo a contar lo que le había pasado vio al hombre de la camioneta regresar desesperado y en estado de shock. “Bajó el mismo señor de antes y le dije ‘tome, yo sé que es suyo’. Me pidió el teléfono y la dirección y me ofreció plata, pero yo le dije que no».
El dueño del dinero agradeció infinitamente el gesto del albañil. Le ofreció una recomenpensa de un millón de pesos o comprarle una casa porque el alquila pero rechazó todo. “Soy humilde, el dinero para mí no tiene sentido. A mí la plata me gusta ganármela, con mi esfuerzo. Tener todo de golpe no lo acepto», sentenció.
Sánchez tiene 40 años. Se dedica a pintar por la mañana y es panadero por la tarde. Lo único que reclama es un empleo en blanco porque tiene hijos y a veces se queda sin plata. El día que tuvo ese gesto heroico se volvió a su casa y comió unos bifes de hígado. A la familia le dijo que el empresario le prometió un trabajo cuando arranque el emprendimiento turístico que comprará con ese dinero.