Rodolfo y Fernando Montechiari tienen en Monte Maíz el segundo tambo modelo robotizado en Sudamérica y América Central con tecnología tamaño XL con ocho robots de la marca holandesa Lely. Dialogamos con Rodolfo Montechiari, uno de los dueños del tambo.
En el año 2016 empezamos a ver a futuro un cambio referente a la explotación tambera. Nuestro tambo era pastoril y empezamos a pensar que teníamos que encerrar los animales y no tenerlos sueltos en campo.
El primer paso fue encerrar los animales en corrales de tierra. Luego dimos el otro paso de techarlo. El primer proyecto que armamos fue que la mitad de nuestras vacas estèn en un establo bajo techo y en camas.
En una recorrida que hicimos en Brasil vimos un tambo con robots y este fue el segundo paso que dimos.
A fines del año 2017 concretamos la compra de ocho robots. Para ordeñar alrededor de 450 vacas. Cada robot puede ordeñar aproximadamente de nuestra raza, que es la Holando, 55 vacas por dia.
Estos ocho robots se pusieron en funcionamiento hace un par de meses con las vacas bajo techo. Quedaron aproximadamente 450 vacas afuera de la robotización con el sistema tradicional de triple ordeñe y encerradas en corrales, mientras que las vacas que estàn adentro están robotizadas.
El sistema consiste en que la vaca va al robot a ordeñarse. Cada vaca tiene collares que juntan la información diaria de los animales de la movilidad, e identificación y el animal llega al robot a partir del alimento y cuando se mete a comer, el robot identifica al animal y decide si está para ser ordeñado o no.
El animal tiene acceso libre al robot, cada animal tiene un collar, cuando el robot lo detecta, si tiene que ordeñarlo le abre la puerta. Ahí le habilita el comedero y la vaca se relaja. Un láser identifica la ubre y le coloca las pezoneras para el ordeñe”.
Permiten saber qué vacas pasaron por el ordeñe, a qué hora, con qué volumen de producción y cuál es la calidad de esa materia prima. También determinan el tiempo en que el animal deberá volver a pasar por el ordeñe.
Si lo hace antes de ese tiempo, el robot no lo deja pasar. Si por algún motivo una vaca no se ordeña en el plazo establecido, un reporte alerta sobre esa faltante.