Testimonio de Jorge Omar, remisero al cual le labraron un acta de infracción al ayudar a descender de su unidad a una persona con discapacidad.
La historia es la siguiente, asisto con una pasajera, una mujer discapacitada hasta la esquina de calle Beiró y San Martin.
Estaciono el vehículo en la esquina frente a la peluquería. Tuve que dejar el auto frente a la rampa para que la mujer pueda descender con el andador.
El auto quedó con la punta en la ochava.
Se trata de una persona que no puede caminar. Yo acompañe a la mujer hasta el lugar donde tenía que ir. Habré demorado solo tres minutos y al regresar al auto tenía una multa.
Al ver la multa me hice presente de inmediato ante el Tribunal de Faltas y me dicen que la boleta no había llegado todavía.
Relatè lo sucedido y me querían hacer precio, si la pagaba en ese momento me cobraban mil pesos sino cuando llegaba la boleta con la infracción 1.200 pesos.
Fui a la Municipalidad y me dijeron que solo se atendían los casos de rebeldía, por lo que se pasaban la pelota unos con otros.
Me dijeron que tenía que hacer el descargo y presentar la carta en mesa de entrada.
Yo no tengo antecedentes.