El testimonio de Eduardo Buzzi de General Roca, quien describió como logró localizar el celular nuevo que había extraviado su hija en Marcos Juàrez.
El día martes a las doce de la noche me llama mi hija desesperada diciendo que había perdido el teléfono que hace un mes que lo compró.
En la mañana del día miércoles, me comuniqué con un amigo de Armstrong que es Ingeniero en informática a quien le comenté el caso y me dijo que iba tratar de localizarlo con el rastreador del teléfono.
Brindé algunos datos del celular y me fui a Noetinger a trabajar.
A las 09:30 de la mañana me avisa que había localizado el celular y me envía una foto del mapa de Marcos Juárez, donde se encontraba el teléfono.
Mi hija me comentó que había estado en Alpina tomando un helado con mi nieta y de allí se cruzó al kiosco de “Quique Cervigni” y luego se fue a su casa y se dio cuenta que había perdido el teléfono.
Ella creía que lo había dejado en ese lugar, pero la chica del kiosco manifestó que no habia encontrado nada.
Me hago presente yo al Kiosco de “Quique Cervigni” y le digo que el satélite me marcaba que el celular estaba en cercanías de ese lugar.
Con buena predisposición el dueño del kiosco como en ese momento no tenia Internet y no podía ver la filmación, quedó en llamarme al mediodía y me fui a Alpina que era el otro lugar donde estuvo mi hija.
La gente de Alpina consultó la filmación y aparece el celular en una de las mesas y luego se observa el ingreso de un masculino con su esposa e hijos; y este hombre garra a uno de sus hijos y lo para arriba de los asientos de madera, tapando el mostrador y toma el celular, hace algunos movimientos y se retira, sin comprar nada.
Tratamos de capturar la imagen, yo no conocía a esta persona como tampoco la gente de Alpina, y al tener muchos conocidos, tuve la suerte de poder ubicarlo.
Me fui a su casa y le dije a esta persona si habia estado en la Heladeria Alpina y si sustrajo un celular de la primera mesa y me dijo que si pero no lo tenía encima.
Subimos los dos al auto y me hizo llevarlo hasta la plaza del centro.
El celular estaba en calle España en los ventanales del salón de reuniones parroquiales y me dijo que lo iba a dejar ahí un dia y si nadie llamaba o reclamaba se lo iba agarrar para él.
Me lo devolvió y le dije que se quede tranquilo que no iba a hacer la denuncia.
Los celulares nuevos vienen con un programa especial donde pueden ser localizados.
Este ingeniero de Armstrong me dijo que el dato era certero y que no podía estar a más de 50 metros de diferencia de donde marcaba el satélite.
Quería agradecer a Cervigni y a la gente de Alpina por su predisposición de las cámaras de los locales para poder llegar a la persona que tenía el celular.