El pasado miércoles 07/06, el exconcejal Lambertucci realizó la presentación de una nota ante el Concejo Deliberante, firmada por más de treinta vecinos representativos del lugar, quienes se oponen contundentemente a la extracción de un árbol histórico de más de 150 años, que está en perfecto estado de conservación.
Pese a ello, y sin recibir respuesta alguna, en las primeras horas de hoy, lunes 12, se presentaron tres operarios con motosierras, a efectivizar el atroz cometido de quien los contrató.
Los mismos, al ser cuestionados por vecinos, manifestaron ser de la localidad de Gral. Roca, y que obedecen a las ordenes del señor Cornaglia.
Pese a la explícita oposición de los vecinos y la presencia de dos representantes de «UNIDOS POR MARCOS JUÁREZ», (el Ing. Agr. Germán Font, concejal, y el Dr. Santiago Lambertucci, secretario del partido), siguen insistiendo en derribar éste árbol emblemático, el cual posee más años que la propia ciudad de MARCOS JUÁREZ, y que fuera declarado años atrás, «árbol histórico», por la misma municipalidad, pero en otra gestión.
Uno de los argumentos con los cuales llevan adelante ésta acción es que, según autoridades de la actual gestión municipal, el árbol se encuentra emplazado en una propiedad privada. Cuando podemos constatar que tan solo una ínfima parte del mismo, estaría ingresando a un lote privado, mientras que en gran parte se encuentra sobre la vía pública.
El Ing. Agr. Germán Font, concejal de Unidos por Marcos Juárez, desde el lugar de los hechos, explica con énfasis y contundencia, la situación en la cual está comprometida la vida de un árbol que no le hace daño a nadie. Las explicaciones por parte del municipio, aluden a obras de infraestructura por urbanización. Se trata de una zona urbanizada casi en su totalidad, y según explican los vecinos, ellos cuentan con todos los servicios, los cuales, cada uno en su momento, respetaron al árbol. Palabras más, palabras menos, la situación roza lo caprichoso y autoritario, por parte del programa de viviendas PRO.MU.VI. a cargo de Guillermo Cornaglia.
Los vecinos indignados por la decisión arbitraria: