Salió a dar un paseo por un morro junto a sus dos hijas, de 9 y 7 años; la más grande fue encontrada por pescadores; la nena contó que su papá se cayó a un pozo con la otra niña
El día viernes 22, alrededor de las 18, el argentino Javier Caballero (42) estaba junto a su familia en Florianópolis, en la Playa de los Ingleses, cuando decidió salir a caminar junto a sus dos hijas, Candelaria, de nueve años, y Trinidad, de siete. Cuando a las 21 la mujer de Javier, Analía (40), constató que su familia no volvía de la caminata, decidió hacer la denuncia ante la policía.
Según contó a LA NACIÓN Germán Greco, hermano de Analía y quien se encuentra en Buenos Aires, «empezaron los operativos de búsqueda y como no encontraron nada, a las dos de la mañana dejaron de buscar. Al principio, el primo hermano de Javier, Daniel Caballero, quien está vacacionando con ellos, fue a buscarlos con linternas con gente de la zona.
Estuvieron desde las 21 hasta las 23 horas pero les pidieron que se fueran porque era peligroso. Al otro día, a las siete de la mañana, unos pescadores encontraron a Candelaria sola en el morro, había pasado toda la noche ahí», cuenta Germán.
Al parecer, los pescadores dieron aviso a los bomberos y rescataron a la niña con un helicóptero. «Lo primero que trascendió en los diarios fue que Trinidad se había caído al agua y que Javier se tiró a rescatarla, eso se lo habría dicho Candelaria a los pescadores.
Pero luego, Daniel me contó que, aparentemente, Trinidad se habría caído a un pozo y que Javier intentaba rescatarla cuando Candelaria comenzó a alejarse del lugar porque le asustaban los gritos de la hermana pidiendo auxilio; luego se perdió», dice Germán. «No sé si fue un mal entendido lo de que se habían tirado al mar o el deseo de que fuera un pozo lo que provocó el accidente. Candelaria se quedó con el celular de Javier, pero no pudo usarlo porque no tenía activado el roaming», aclaró.
«Candelaria dijo que caminó mucho desde el pozo hasta el lugar donde la encontraron los pescadores, pero como es chiquita no saben si lo que dice será tan así. El morro era una zona muy peligrosa, pero no había ningún cartel impidiendo el paso. Quedaba aproximadamente a una hora de caminata de la playa Ingleses. Ya habían ido hasta ahí el día anterior y sacaron fotos.
La familia Caballero es de Wilde, partido de Avellaneda, habían llegado a Florianópolis el 15 de enero y se quedaban hasta el martes.