Un llamativo caso de un empleado de Banco Macro, cesanteado el 22/03/22, se conoció tras haber ganado un juicio laboral. Se trata de Claudio Simoni, quien prestó servicios a la entidad desde su inauguración, hace 25 años. Sin previo aviso y sin indemnización, fue despedido cuando estaba finalizando la pandemia por COVID-19.
La entidad financiera alude pérdida de confianza hacia Claudio Simoni, por haber recibido quejas de clientes, por supuesta mala atención.
La justicia finalmente falló a favor del empleado, determinando que el banco deberá hacerse cargo de la indemnización correspondiente a un despido sin causa.
En el proceso judicial, el Banco no presentó ninguna prueba escrita, ni persona damnificada, ni queja de ningún tipo en contra de Claudio, ni testigo que apoyara la acusación manifiesta. Además, Claudio no registra apercibimientos, ni suspensiones previas y reiteradas, para justificar el despido.