El hecho se registró el día domingo en la vivienda de Marcelo Volpi ubicada en calle Robles 324. PANORAMA dialogó con el damnificado quien describió un curioso episodio que involucra a menores de doce y siete años.
Estaba en mi casa y en un momento salgo a buscar una agenda al auto y me llama un vecino, me cruzo y me pongo a conversar 15 minutos.
Tengo una gata que nunca sale a la vereda y la veo afuera. La agarro y vuelvo inmediatamente a mi casa.
Cuando regreso a mi casa, evidentemente quien estaba dentro se dio cuenta que no había salido de la casa sino que estaba afuera.
Al entrar detecto un postre comido en el desayunador, cuando yo estaba solo y no lo habia comido y me doy cuenta que estaba la puerta abierta del lavadero que yo lo habia dejado asi.
La puerta de la cocina estaba abierta porque yo estaba en mi casa. Solo salí afuera circunstancialmente.
Faltaban un montón de cosas de la heladera.
Salgo afuera y veo a un chico cruzando desde un terreno ubicado al lado hacia una obra de construcción y lo llamo.
Lo agarro y con 12 años no tenía demasiado argumento y no supo justificarse y me di cuenta que era uno de los chicos que habia entrado a mi casa.
Esta obra en construcción sería el punto de reunión de esta “bandita”.
Me nombra a uno de los chicos que me habia llevado una cosa valiosa cuadrada y negra que era la play que estaba al lado del televisor.
Hice la denuncia y el chico fue trasladado a la policía y luego un familiar lo retiró.
Por lo que me contó este chico vive relativamente cerca del lago de El Panal; y quien me habría llevado las pertenencias es un chico de 16 años que vive cerca del cementerio en el barrio sur.
La obra en construcción está al lado de la casa de Verònica Crescente quien me comentó que suelen reunirse chicos ahí, y que la casa tiene una especie de sótano.
No sé cual es la estrategia de estos chicos y como se juntan. Aparentemente el modo de operar es que entran los chicos de 12 de campana y los más grandes serían quienes utilizarían o colocarían los objetos que roban.
Ayer encontrè dos chicos de siete años merodeando.
Yo me cuidé mucho y lo traté bien porque era un menor de edad.
Al otro día parece de película lo que sucedió. Mi familia ya estaba completa, habia llegado viaje y yo llevé al country al nene más chico.
Mi mamá estaba sentada en el patio de la casa y observa que alguien se asoma al cerco del vecino y habla con otro y le dice mirà todo lo que hay acá para llevar.
Mi mamà le grita que salgan de ahí y los chicos le dicen que se quede tranquila que se llevaban todo y se bajaba.
Mi hija al escuchar la conversación sale al patio les grita de nuevo y me llama por teléfono. Ahí si estos chicos se van.
Yo voy corriendo a mi casa. Llamo a la policía y voy al terreno donde me encuentro con dos chicos de siete años que me dicen que ellos no eran y me señala a dos chicos.
Uno se escapa y el otro se queda escondido en un rincón. Al alcanzarlo para mi sorpresa era el mismo que había agarrado el día anterior.