En el día de ayer, en el terreno del ferrocarril, donde se instalaron los carribar, sucedió algo que sorprendió a Juan Carlos Escobar, dueño del primer carribar. Todo comenzó en la misma Municipalidad de Marcos Juárez, donde por un desentendido y «por llegar tarde», a la firma del contrato, por la licitación que había ganado, para continuar con su emprendimiento comercial, que además de ser una de sus fuentes de trabajo, también brinda trabajo a personas contratadas.
Lo insólito es que según el relato de Juan Carlos Escobar, perdió la licitación y le removieron el carribar, generando pérdida de mercadería y desarmando un lugar de trabajo en funcionamiento, por no llegar a un acuerdo con la Dra. Vilma Sigaudo, la cual cerró el diálogo y la puerta, diciendo: «Usted ya me cansó, me tenés cansada, así que yo le doy de baja el carribar.»
«Tuve que tirar entre trescientos y cuatrocientos mil pesos en mercadería que tenía.»