Un día renunció la Lic. Verónica Crescente a su cargo de Secretaria de Gobierno Municipal, su enfrentamiento con Dellarossapor la candidatura a Intendente la llevó a ese final.
Pocos días después pasaba a ser la candidata de otro espacio político, logrando así estar en el comentario de mucha gente que normalmente no se ocupa de la problemática política y consecuentemente lograr su punto máximo de ebullición en la cartelera.
Pasaron los días y la normalidad fue nuevamente ganando la tranquilidad electoral con algún pequeño movimiento por la candidatura a Intendente del médico psiquiatra Guillermo Massa y luego la del abogado Nicolás Barrera, completando las cuatro listas de competencia. Pero faltaba el impacto por ahora final, y éste vendría por un cargo expectante como concejal, protagonista un hombre poco conocido, presidente del Club Argentino, sin militancia política y sorpresivamente en la lista del partido gobernante, se llama Alejandro Ros Artayeta, juega al golf en el Club Argentino, cuyo núcleo duro (no mucha gente) cuestiona a Dellarossa por inequidad en el manejo de oportunidades en desmedro del albirrojo. La explosión del micro-grupo del Argentino fue inmediata y sin ser igual, se asemejó bastante al impacto de Verónica Crescente, logrando con esto que un hombre con poco rodaje público, de pronto se constituyera en el político del que más se habló y se habla todavía en muchos lugares con sorpresa y en el entorno argentinista con mucha bronca, a tal punto que fue llevado el Domingo al escaso público del futbol, con cánticos desfavorables para él y Dellarossa, que lograron sin proponérselo un envión político y seguramente inesperado a su proyecto.
Editorial: Nelvio Barovero