Al abrir las sesiones ordinarias del Concejo deliberante, la intendenta rescata los logros del gobierno que la precedió y manifiesta que TODO VA A SEGUIR IGUAL en los siguientes términos: “Estos logros no son individuales, son el resultado de un trabajo en equipo, un equipo que seguirá acompañándome en la tarea de mejora continua que nos hemos fijado. Este
equipo es de mi mayor confianza. Todos sus integrantes tienen un gran compromiso y
probada experiencia en la tarea que desempeñan.”
Al decir TODOS no son todos, porque luego de ello enumera secretaría por secretaría y no es casual que falta la SECRETARÍA DE GOBIERNO.
Sin dudas es una prerrogativa de Departamento Ejecutivo eliminar la SECRETARÍA DE GOBIERNO, pero es sin duda mayor concentración de poder en una sola persona.
Las figuras de los Jefes de Gabinetes y/o los secretarios de gobierno, constituyen a lo largo del tiempo en un avance de la República, porque están hechas para desarticular las administraciones personalistas, autocráticas y despóticas.
Éstas figuras, pasan a descentralizar el manejo de la cosa pública en lo diario, evitando el desgaste del/a intendente/a y haciendo más fluido el contacto del vecino, con el poder gobernante.
El análisis de la decisión tomada se puede hacer desde tres puntos de vista.
Desde el punto de vista político es el miedo a que surga otra persona que muestre capacidad de gestión y se vuelva candidateable. En lugar de crecer para que nadie le haga sombra, se prefirió no dejar crecer a nadie..
Con ésta mirada se puede estar de acuerdo o en desacuerdo y en cualquier caso, no será una cuestión de “tener razón”, sino de posición ideológica.
Desde el punto de vista jurídico es un tremendo retroceso, porque en los 40 años de democracia se fue buscando la manera de expresar en normas, la estructura de poder menos verticalista y más cercana al pueblo.
La constitución nacional de 1994 dá rango constitucional al Jefe de Gabinete (salvando las distancias, viene a ser en las funciones, lo que implica un secretario de gobierno a nivel municipal), buscando una figura intermedia al Primer Ministro del sistema parlamentario, un fusible dentro de un sistema presidencialista unipersonal.
Como a nivel nacional se encarga de coordinar los ministros y ejecutar el presupuesto, a nivel ciudad coordina los secretarios y ejecuta el presupuesto.
La firma del secretario de gobierno se estampa siempre a la del intendente/a en cada resolución o decreto. Eso no es decorativo.
Por último y creo el punto de vista más importante, es el INSTITUCIONAL, porque a ésta mirada no se le puede admitir dos visiones, como en los dos anteriores análisis.
O sea, no se puede estar a favor de una menor institucionalidad de la cosa pública y en favor de una mayor concentración de poder en la administración pública.
Todos sabemos que tenemos que evitar estructuras verticales y a 40 años de la recuperación de la democracia, no podemos involucionar, ni atrasar en el marco institucional.
No podemos tampoco recaer en el análisis de lo ocurrido internamente en el partido de gobierno con la anterior secretaria de Gobierno, para en virtud eso reformar el organigrama municipal.
Si el gobierno tiene mayoría tanto en el concejo deliberante, como en el Tribunal de cuentas y encima concentra más aún sus decisiones, de división de poderes en el ámbito municipal hay poco, por consiguiente no es tan republicano que digamos.
El/la Secretario/a de Gobierno es quien suple al intendenta en ausencias no mayores de 10 días. Después de ese término asume el presidente del concejo. Quien asumirá ahora en esos casos? También el presidente del concejo?. Sobrevuela la teoría del doble comando.
Eliminar esa secretaría no es una acción virtuosa de la intendenta. Es concentración de poder y menos transparencia. Es algo que va en contra de sus comienzos militantes, porque en lugar de hacer más república, lleva a MENOS REPÚBLICA