Un hecho poco común y totalmente inesperado puso en peligro la vida de una niña de tres años. Una criatura habituada a comer uvas, se atragantó con una de ellas. Sorprende lo sucedido, porque es un alimento blando y que la niña consumía cotidianamente, pese a ello, el susto fue grande y salvó su vida solo por el rápido accionar de los presentes. Una vez superado el peor momento, su papá Fabio Guidobaldi, mantuvo una comunicación con RED PANORAMA, en la que nos cuenta la experiencia que les tocó vivir:
«El Viernes 21, a las 19:00 h, Sofía estaba inocentemente sentada en su mesita comiendo un plato de uvas, al lado de la mamá, quien de repente la ve que se para y hace un gesto inusual y se da cuenta que comienza como a silbar y que no podía respirar. (…) La mamá intenta hacer algún tipo de maniobra y ve que no hay forma de quitarle la obstrucción… en ese momento tuvo la visión de salir afuera a pedir ayuda, porque esto es cuestión de segundos/minutos. (…)
Varios vecinos reaccionan a tiempo, estaban cerca Cristian y Flavio… la agarran entre los dos y la suben a una chata y salen lo más rápido que pueden al hospital, con las vías respiratorias obstruidas, no había forma de destrabarla. En el camino, a unas 15 cuadras antes de llegar al hospital, se desvanece y ya estaba azul por la falta de oxígeno. La ingresan a la guardia, por suerte todos, la guardia, pediatría, todos estaban disponibles. Lo primero que hacen son maniobras para tratar de destrabar las vías y poder entubar. Sofi hace un paro. La logran sacar y entre las maniobras logran entubarla, (había personal de varios lados, anestesista, había mucha gente) y gracias a eso la estabilizan, la sedan y queda en observación. (…) Pasan un par de horas y una vez que ya estaba estable, nos piden el traslado a una terapia intensiva. El hospital tiene terapia intensiva adulta pero no pediátrica. Le hicieron toda la atención primaria, la sacaron del riesgo y a la madrugada llega una ambulancia para trasladarla. Estuvo hasta el otro Viernes en la terapia intensiva de Rosario. Allí hicieron dos intervenciones para ver que la había atragantado, y recién en la segunda la pudieron encontrar. La uva en las maniobras de destrabe se fue para arriba (detrás de la nariz), y estaba prácticamente entera. La pudieron sacar, la extubaron, la despertaron y vieron que estaba todo bien y hoy lo estamos contando.»
Fabio Guidobaldi, agradece tanto al personal del Hospital Dr. Abel Ayerza, como a los vecinos Cristian y Flavio, que valientemente tomaron la decisión sin titubeos, del veloz traslado. En su cuenta personal de Facebook escribió lo siguiente:
“Hay historias que merecen ser compartidas, y personas que merecen ser reconocidas.
En esta ocasión una historia de terror con final feliz.
El accidente de Sofía (3 años) con una uva, se hizo conocido por todos, y también que ya está bien en su casa.
Lo que es importante destacar es que más allá que ella lucho y salió, fue gracias al accionar de muchas personas. Los héroes anónimos, los héroes sin capa… Cristian y Flavio, que tomaron la decisión tan clave de tomarla y llevarla al hospital con gran valentía. El personal del Hospital Abel Ayerza que trabajaron como un gran equipo entre guardia, pediatría, terapia, farmacia, y mas gente que se involucró para lograr salvarle la vida en el momento más clave de la situación y el que hizo la diferencia para que ella se recupere. Más alla de la calidad profesional, destacamos la calidad humana de todos, desde el director hasta toda su equipo por como se manejo la situación. Ghere comes racias a eso Sofi termina su recuperación en una terapia especializada dónde destacaron el accionar del hospital, y en las condiciones que ella llegó a ellos gracias a eso.
En nombre de toda la familia les agradecemos nuevamente y es una tranquilidad saber que contamos con ustedes.
También les agradecemos a todos los que estuvieron de una u otra manera, con rezos, energía, y pendientes de su estado.”