La damnificada resultó ser Lucila Lingua, integrante del coro de una parroquia, quien en diálogo con PANORAMA describió lo sucedido.
El día domingo a la noche salí de misa, porque yo toco en una de las parroquias, y junto a mi familia fuimos a cenar de mi suegra en el barrio sur.
Al salir de la casa nos encontramos con el vidrio del auto roto y el faltante de la guitarra criolla.
Se hizo la denuncia en la policía.
Se trata de una guitarra básica de aprendiz con el estuche roto.
El hecho se registró el día domingo a la hora 23:30.
Informé del robo en las redes sociales y ni bien se fue la policía se hizo presente una persona que nos brindó el nombre del chico que la había robado. Me hice presente en dicha dirección y sabemos quien la robó y el comprador que la adquirió en 300 pesos.
A partir de la publicación en facebook, comencé a recibir mensajes de todo tipo.
El autor reconoció haber robado la guitarra junto a otro chico pero el comprador no la tenía, o la hizo desaparecer.
La policía hizo los allanamientos que fueron negativos y la guitarra no apareció.
Hablamos con la madre del chico que robó la guitarra, me pidió disculpas y me dijo que ya no sabía más que hacer y me confirmó que fue por drogas.
Se trata de chicos mayores de edad, pero no se puede hacer nada.
La única forma de frenar esta situación es no comprar este tipo de elementos que ofrecen en tan bajos precios.