Diego Bustamante decidió dejar todo para ayudar a otras personas. En ese camino se topó con estos chicos, de los que ahora tiene la tutela.
Este ejemplar gesto no es ajeno a la actitud diaria de este hombre, quien desde hace años dedica su vida para ayudar a los que más lo necesitan. «Después de una adolescencia de muchas preguntas, sentí que las situaciones de injusticia de este país me convocaban y decidí salir a dar una respuesta activa e ir en busca de la gente que necesita ayuda», sostuvo el técnico agropecuario.
Hace pocos días, la justicia de Añatuya, en Santiago del Estero, le otorgó la tutela de siete hermanos santiagueños que viven en el Hogar de la ONG Haciendo Camino, en Añatuya, un pueblo a 180 kilómetros de la capital de esa provincia.
En este pueblo, Monte Quemado, el hombre conoció la situación de estos hermanos. «La madre venía con cuatro de los chicos al hogar, hasta que fuimos a conocer la situación de la familia a la vivienda y empezamos a encarar un acompañamiento». Además, contó que el juez de Monte Quemado dispuso separar a los niños de sus padres por una situación de abandono y problemas de alcoholismo de ambos.
Los siete menores tienen entre 6 y 17 años, y ahora van a vivir con Diego Bustamante, y así, empezar un nuevo camino.