La liberación de un cóndor, el ave más grande del mundo, es una experiencia única y maravillosa. Así lo entienden todos y cada uno de quienes participan en la puesta en libertad de esta imponente especie voladora.
El jueves, la Dirección de Policía Ambiental de Córdoba, dependiente del Ministerio de Coordinación, liberó un cóndor andino en el Parque Nacional Quebrada del Condorito que había sido rescatado el 28 de septiembre último en una vivienda del paraje La Travesía, zona de Luyaba, en el departamento San Javier.
Se trata de un macho juvenil de aproximadamente dos años de edad, de color marrón. Personal de Policía Ambiental lo trasladó inmediatamente a la Reserva y Centro de Rescate Tatú Carreta, en la localidad de Casa Grande, donde se evaluó su estado sanitario. Los estudios clínicos revelaron que el ave se encontraba sana y sin lesiones, con un comportamiento propio de un ejemplar apto para la vida silvestre. Después comenzó su rehabilitación.
“Luyaba”, como se bautizó al cóndor, es el quinto ejemplar de esta especie rehabilitado en Tatú Carreta que es puesto en libertad. Actualmente, otros dos cóndores continúan en recuperación y serán liberados cuando corresponda.
No estaba en cautiverio; habría descendido a tierra en búsqueda de comida y se habría desorientado (situación frecuente con ejemplares juveniles), por lo cual terminó en el patio de la vivienda de La Travesía. Allí fue acorralado por perros, pero la dueña de la propiedad logró protegerlo y dio aviso a Policía Ambiental.
Javier Álvarez, encargado de Tatú Carreta, detalló: “Luyaba ya tiene las medidas de un adulto: mide 1,10 metros parado y pesa 10 kilos”.
Acerca de su aparición en una vivienda, Álvarez explicó: “Cuando los cóndores juveniles empiezan a volar suelen desorientarse y, por cansancio, aterrizan en algún lugar; es probable que haya bajado a tierra a comer y se le hizo de noche, momento en que no vuela”. Y añadió luego: “Quizá no salió volando de la casa porque no tenía el espacio suficiente para carretear y despegar, o porque se inhibió y atemorizó porque las nubes estaban bajas”.
Después indicó que el ejemplar “estaba bajo de peso, pero no mal de salud”. De hecho, le hicieron radiografías para descartar intoxicaciones con plomo por la posible ingesta de animales cazados con armas de fuego (son carroñeros).
Emblema de las sierras
Entre quienes participaron en la restitución del cóndor a su hábitat natural en el Parque Nacional Quebrada del Condorito (creado para su protección y conservación), el secretario de Policía Ambiental, Adrián Rinaudo, destacó: “Siempre es una alegría liberar un ejemplar de fauna silvestre, y más cuando se trata de un ejemplar de esta fauna emblemática para las sierras de Córdoba; siempre nos da la posibilidad de verlo volar, lo cual atrae a muchos turistas a nuestras sierras”.
Facundo Fernández, director de la Regional Centro de Parques Nacionales, enfatizó que a nivel sudamericano el cóndor andino “es muy importante, tiene valor de conservación natural y cultural”. Y agregó: “Lo que hicimos es devolver a esta especie a su hábitat, para aportar a la conservación de este patrimonio”.
El guardaparque Simón Muñiz es la primera vez que vivió la liberación de un cóndor. “Hemos vivido un evento fantástico; ahora ya contamos con un vecino nuevo en el parque nacional”, dijo entusiasmado sobre “Luyaba”.
La bióloga Laura Garutti, de Policía Ambiental, destacó que el cóndor “es un emblema de la naturaleza en muchos países latinoamericanos y por eso figura en muchas banderas”. Asimismo, recordó: “En varias provincias argentinas fue declarado monumento nacional, como herramienta para gestionar recursos económicos tendientes a su cuidado”.
Gigante del aire
Con sus alas desplegadas, el cóndor andino (Vultur gryphus) puede alcanzar tres metros de longitud y medir hasta 1,3 metros desde el pico hasta la base de su cola. Los ejemplares adultos pueden pesar entre 9 y 16 kilos.
Es un ave planeadora que vive en la Cordillera de los Andes. En la provincia de Córdoba su hábitat es la región serrana. El cóndor es longevo: puede vivir hasta 75 años.
Según su categoría de conservación, se trata de una especie amenazada en algunos lugares de Argentina. Por caza, destrucción del hábitat u otros factores, es susceptible de pasar a estar en peligro de extinción.
En Córdoba la especie se encuentra en estado vulnerable. “Hay una buena población de cóndores”, aseguró Álvarez.
Denuncias
Policía Ambiental provincial recordó a vecinos y vecinas que, en caso de que noten que algún ejemplar de fauna silvestre se encuentra en peligro, pueden denunciarlo al 0800-777-0220, al (0351) 4420924 y al 351-3108709 (sólo mensajes); al correo policía.ambiental@cba.gov.ar; en Ciudadano Digital; o en el portal de Ambiente.