Durante cuatro años viajó gratis por el país estafando a Aerolíneas Argentinas. Hasta que lo descubrieron y le iniciaron una causa penal que llegó a juicio. Para evitar una posible condena de hasta seis años de prisión le devolvió la plata a la empresa y hará tareas comunitarias durante un año.
El protagonista de la historia es Martín Alejandro Fumarola, un cordobés de 50 años, consultor informático y traductor, cuya causa judicial fue revelada el año pasado y ahora terminó con un acuerdo entre el acusado y la Fiscalía.
Fumarola llegó a juicio oral por el delito de defraudación en perjuicio de la administración pública por haber comprado 30 pasajes de avión a distintos lugares de Argentina sin pagarlos. Los adquiría con tarjetas de crédito de otras personas.
Para evitar el juicio, en el que podía ser condenado a una pena de dos a seis años de prisión, el acusado primero le devolvió a Aerolíneas la plata de los pasajes más los intereses. Pagó cerca de 100 mil pesos: 30.359,58 pesos por los tickets y otros 70 mil por los intereses. Y también para hacer tareas comunitarias durante un año.
Por sus conocimientos de informática, Fumarola sabía cómo violar el sistema. Compraba los pasajes en la página web de Aerolíneas con tarjetas de crédito de otras personas. Daba números de teléfonos y correos electrónicos falsos. Lo único verdadero era su nombre y su DNI para poder tomar el vuelo.
Las compras las hacía los fines de semana o por la noche -cuando el sistema es automático y no hay personas para controlarlo- y siempre pocas horas antes de la salida de los vuelos, que solía ser el primero del día. Cuando el dueño de la tarjeta conocía el pago era tarde. Fumarola ya había viajado.
De esa manera compró 30 pasajes entre 2008 y 2012. Su principal destino era Córdoba pero también viajó a Bahía Blanca, Salta, Brasil e Italia. El costo total de los tickets fue de 30.359,58 pesos pero solo concretó 24 viajes.
Por la cantidad de viajes Aerolíneas consideró a Fumarola un gran cliente y lo hizo socio platino «Ar-Plus» y lo incorporó en el programa de Pasajeros Frecuentes, lo que le permitía juntar puntos.
Hasta que fue descubierto. Su nombre empezó a ser conocido en la empresa y logró ser vinculado con las compras desconocidas. Aerolíneas lo denunció y lo puso en la lista negra de pasajeros, lo que le impidió viajar por esa empresa y por Austral.
Infobae.-