En diálogo con el equipo de la Red Panorama, Alejandro Ros Artayeta, ahora ex concejal del oficialismo, confirmó su renuncia y generó un sacudón político inesperado, la cual se dio a conocer este jueves 3 de diciembre.
Aseguró que la decisión fue propia y que la carta presentada a la intendenta respondió solo a una formalidad. Afirma que ya no se siente representado por el funcionamiento interno del Concejo. 
Ros Artayeta explicó que su malestar se profundizó en los últimos meses y que “la gota que colmó el vaso” fue la discusión por las luminarias y la sesión con el recinto cerrado al público. Dijo que planteó inconsistencias en el cálculo del número de lámparas, pero no fue escuchado. “No puedo convalidar todo eso”, sostuvo al justificar su salida.
El concejal también mencionó otros episodios, como el contrato por el gas y decisiones que, según él, debieron revisarse “puertas adentro”. Indicó que “acumuló desgaste” y que sintió un “trato distante” tras una foto institucional con el gobernador Martín Llaryora. Además afirmó que percibió “críticas internas” que lo dejaron “sin espacio político”.
A pesar de su renuncia, Ros Artayeta defendió la gestión de la intendenta Sara Majorel, a quien calificó como “una gran intendenta” y una persona íntegra. Remarcó que sus diferencias no son personales, sino estrictamente legislativas, y que prefiere dar un paso al costado antes de seguir acumulando tensiones. “Hoy siento que no estoy sumando”, expresó.

Sobre el futuro, reconoció tristeza por su salida, pero no cerró la puerta a regresar en algún momento. Agradeció el acompañamiento y pidió a los vecinos comprender que la obra de luminarias ya estaba realizada, aunque hubo errores de comunicación.
“Espero volver de alguna manera”, concluyó, dejando abierta la posibilidad de un retorno político.















