Horacio Moyano es profesor de disciplinas tecnológicas. Después de las inundaciones en Sierras Chicas Horacio y sus alumnos del taller se pusieron en la tarea de recuperar todo lo perdido. El taller reabrió y varios de los trabajos de esos alumnos fueron distinguidos en concursos de escuelas técnicas.
15 de febrero pasado, cuando tras una muy intensa lluvia la crecida arrasaba con varios sectores de localidades de Sierras Chicas, los habitantes de la zona pasaron por una de las experiencias más conmocionantes de sus vidas. Casas arrasadas, calles destruidas, escombros donde antes había viviendas. Parecía un tsunami. Algo que sólo se veía en televisión cuando ocurría en otros lugares, pero que esta vez se sintió en carne propia. De todas las historias de solidaridad que surgieron tras la inundación, esta aparece como un ejemplo valioso e inspirador.
No había parado de llover cuando Horacio Moyano comenzó a recibir fotos en su teléfono celular: no podía creer que fueran de la escuela especial Juana Manso, de Villa Allende, donde es docente.
El agua había llegado hasta el techo de las aulas. En el taller de Carpintería a su cargo, el lodo tapó todo e inutilizó máquinas y herramientas. En los días siguientes ni siquiera se podía acceder al edificio del colegio, a metros del río. Finalmente, logró ingresar y comprobar que todo se había perdido. Impulsado por sus alumnos y muchos de los padres, habría sido fácil bajar los brazos ante semejante desastre. Pero Horacio y los 16 alumnos del taller se pusieron en la tarea de recuperar todo lo perdido, con sus propias manos para poder comenzar el año lectivo.
Limpiaron cada herramienta y cada máquina. Con paciencia infinita desarmaron, limpiaron el barro de cada partecita mecánica o eléctrica, bobinaron, atornillaron.
El taller reabrió y varios de los trabajos de esos alumnos fueron distinguidos en concursos de escuelas técnicas. La construcción de una mesa educativa inclusiva (para chicos con discapacidades) llegó a la final nacional de la Feria de Ciencias y un bastón adaptado para personas mayores obtuvo otros reconocimientos.
Horacio (52) es profesor de disciplinas tecnológicas desde 1986. Vive con su mujer y un hijo de 13 años.