Diego Bermejo, quien resultó damnificado en su vivienda ubicada en el barrio Puerto de Palo, entrevistado por PANORAMA- TELERED describió con detalles lo sucedido.
La verdad que lo sucedido me preocupa bastante. Ayer jueves encontramos a una persona metida debajo de uno de los autos estacionados frente a casa.
A Paula mi mujer le llamó la atención y le preguntó al individuo que estaba haciendo. Esta persona manifestó que se había caído, y me llama por teléfono porque le pareció rara la situación.
Esta persona salió caminando hacia el sur y le grito que venga y me hacía señas como que no había pasado nada.
Empecé a correrlo, cruzamos el barrio, el lago y esta persona se metió por un tejido perimetral de las canchas del club y fue interceptado por la policía en calle Santa Fe.
Era un revuelo en el barrio y los vecinos y mi mujer llamaron a la policía.
Fue capturado y al llegar mi mujer con el auto se descubrió que había pegado un celular con imanes.
Mi mujer me dijo que el individuo estaba metido debajo del auto con la mano cerca de la rueda trasera; y al comentar esta situación a la policía, un agente se arrojó debajo del auto y encontró el celular.
Ahora nos queda la duda si estaba colocando o retirando el celular.
El mismo día jueves a la hora 06.00 nos anularon la cámara que enfoca los autos.
La verdad que uno no está preparado para pensar estas cosas, y esto uno lo ve en las películas.
El hecho no es frecuente, pero sabemos el origen e identificamos a la persona, sabemos el motivo. Se trata de una represalia hacia mi familia.
Ante la consulta si tiene una relación al episodio registrado en su domicilio anterior ubicado sobre calle Sáenz Peña, Diego Bermejo manifestó que no. Este hecho tiene relación a un juicio que ya tiene 14 años y que la confirmación de la condena del juicio se dio hace aproximadamente 40 días.
Por antecedentes y amenazas que nos estuvieron pasando, no es que estábamos esperando esto pero estábamos con prevención a nivel personal y familiar.
El hijo de la persona involucrada en la causa es quien vino personalmente a hacer el trabajo.
Se trata de una familia de estafadores de Rosario, con varias causas.
La atención de la policía y la parte operatoria de la detención fue excelente.
Hoy se de que me tengo que cuidar.
En el barrio existe un grupo, porque siempre hay hechos de rateros y personas extrañas intentando ingresar a domicilios y estamos siempre en contacto y alerta; y este tipo de organización vecinal dio sus buenos resultados.