Los robos en el cementerio San Roque, fueron subiendo de tono. Pasaron de robarse las flores a llevarse hasta las puertas de un panteón, además de casos cotidianos como mármol, placas, floreros, picaportes, etc.
El encargado del cementerio, Carlos Claramonte, con mucha preocupación y angustia, dice que «son mayores los robos y con mayor impacto hacia las familias».
Están estudiando la posibilidad de tener personal doble turno, para agudizar los controles y la vigilancia.