Un hombre dijo que encontró un maletín con el dinero y lo devolvió. Ahora también se indicó que en el portafolios había un arma.
El supuesto hallazgo de un maletín con 500 mil dólares siembra más dudas que certezas. La Fiscalía de Nogoyá investiga por estas horas qué grado de veracidad tiene el relato de un pintor que dijo haber encontrado y luego devuelto el dinero. Además, ayer se supo que, junto a los billetes, había un arma de fuego. «Esto cambia la situación», admitió el fiscal Federico Uriburu.
No obstante, hasta el momento no pudo constatar los datos aportados por el hombre que dijo haber visto el maletín con los fajos. «Esto es muy sospechoso, podría ser una fábula», añadió. José Sánchez, nogoyaense de 40 años, pintor y panadero, cobró notoriedad en todo el país a partir de relatar su hallazgo.
Dijo que se topó con un portafolios con 500 mil dólares y se lo reintegró a su dueño, un empresario rosarino que quería comprar un complejo termal. Sin embargo, luego se aclaró que el supuesto propietario de tantos billetes es oriundo de la provincia de Buenos Aires.
Aun así, en su testimonio, Sánchez indicó que quiso recompensarlo y le ofreció una casa, pero el pintor le pidió un trabajo en blanco para que sus dos hijas puedan acceder a los beneficios de la obra social. De este modo, lo puso de manifiesto en una entrevista realizada en la radio FM Libertad de Nogoyá. Fue a partir de esa nota que el tema tomó enorme trascendencia, incluso porque el conductor del programa adelantó vía Facebook que iba a realizar la entrevista en cuestión.
Se trata de Maximiliano Medrano, quien, además, acompañó a Sánchez a distintos medios de Capital Federal, atraídos por la historia.
En su anticipo de la nota, Medrano dio algunos detalles del hallazgo y la actitud altruista del pintor y panadero, pero nada dijo de que en el maletín también había un arma de fuego. Ese dato fue aportado por el fiscal, quien sí accedió a la información a partir de un diálogo telefónico con Medrano, el pasado domingo.
Una vez frente al maletín, el nogoyaense sacó su celular y marcó el 101 (teléfono de la policía), pero no pudo comunicarse con la fuerza. De pronto vio nuevamente a la camioneta roja. «El hombre se bajó desesperado. Se agarraba la cabeza. Lo reconocí inmediatamente», recordó José, quien en ese momento se acercó al empresario que buscaba el portafolios.
«Esto es suyo», le dijo sencillamente al devolvérselo. Siempre según el relato de Sánchez, el conductor quiso recompensarlo con una casa, pero el pintor le pidió «trabajo en blanco». Durante la breve charla, el dueño del dinero también relató que iba a utilizarlo para comprar un complejo termal. Además, se supo que no tenía previsto concurrir a Nogoyá, sino que pasó por esa población debido a un error en el GPS, aunque prometió volver para encontrarse con Sánchez. La historia no le cierra a la Justicia.
El fiscal Uriburu destacó que ayer se revisaron los registros de una cámara de seguridad ubicada en la esquina de Paraná e Yrigoyen, donde habrían sucedido los hechos, pero no se constató la presencia de camioneta roja alguna. Y, como si eso fuera poco, en el hotel Quirinale de Colón tampoco hay información de que se haya alojado alguien de nombre Gustavo, tal como Sánchez dijo que se llamaba el empresario.
Para Uriburu, en principio el relato podría obedecer a la «fábula una persona, aprovechada por un periodista para ganar notoriedad», quien además llevó en su propio automóvil a Sánchez durante su visita por los medios porteños. «Todo esto es muy sospechoso, muy llamativo», indicó el fiscal y añadió en diálogo con este diario: «Hasta el momento no cabe sanción alguna, porque no hubo una comunicación formal que permita configurar un delito de falsa denuncia; no obstante entiendo que la sanción terminará siendo social».